jueves, 7 de junio de 2012

Capitulo III


Capitulo III

Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945.

Dimitris Christoulas, 4 de abril de 2012



Me recorren las lagrimas todo el rostro, pero me mantengo firme por que aun tengo energía, me duele el alma al ver lo que esta pasando, pero conservo la entereza por que aun soy joven, me remuerde la rabia y el odio, pero las calmo por que estoy cargado de ilusión.

Pero entiendo que cuando me falle la ilusión, cuando pierda la entereza y me abandone la juventud probablemente me encuentre en la misma tesitura que el, y es probable que mendigue como un cobarde antes que lanzarme a los brazos de la muerte.

Un revolucionario tiene que luchar, luchar hasta morir y no ofrecer su vida como sacrificio a este régimen que juega a las democracias como quien juega a las mascaras en un carnaval, sin gracia, con mal disfraz y ocultando pobremente lo que es y siempre ha sido solo tiranía y fascismo.

Conocí a este hombre con los indignados en Grecia, el primero siempre en todas estas luchas, ofreciendo todo lo que podía ofrecer un hombre de su edad. Me duele tanto, tan profundamente esto... mas que el dolor del encierro, la ingratitud de la condena y la soledad del cautivo.
Dimitris Christoulas perdió su farmacia en 1994 y desde entonces este país no le ha ofrecido nada, cada año que pasaba le fue quitando todo, como ha hecho con todos los griegos, la desesperación le llevaron hasta la caridad, la mendicidad hurgar las basuras, la angustia mas profunda.
Y finalmente, por su culpa, que Grecia jamas lo olvide,llego en la primavera a la plaza Syntagma, miro a su alrededor para captar con una mirada su Grecia, y cuando la retuvo cerro los ojos y los abrió para mirar concentrado lo que se extendía ante el, entonces este hombre puso fin a su vida con una pistola mientras miraba fijamente al parlamento griego que aloja en sus muros a toda esta chusma, esa grey de ladrones, mafiosos y corruptos,

Yo no voy a morir, no al menos así... no en una cárcel y de pena. Si tengo que morir sera por que me matareis, Sera asesinado tras los barrotes o en la calle en la lucha, pero no me dejare morir.

Nikolos Gargánas


  • Buenos días
  • Buenos días - dijo somnoliento y todavía en pijama espanzurrado sobre el sofa, parecía incapaz de moverse
  • ¿Sabes que son las 4 de la tarde?
  • Ya, que me vas a decir a mi.
  • En fin... ¿como os va todo?
  • Bueno, pues... no se... no encontramos nada y se va acabando el dinero
  • Supongo que anoche no estaríais despiertos hasta tan tarde buscando trabajo
  • No, en realidad no, es un bajón ponerse a buscar nada.
  • Ya imagino


Se sentó con cuidado en el sofá, el sofá era en si mismo un monumento a la dejadez, lo habían cubierto con una sabana para no mancharla, y habían hecho bien, la sabana estaba para el arrastre, chinazos, restos de salsas pegadas a la sabana e incluso restos de vomito que no habían conseguido limpiar.
Sobre el sofá había esparcido de todo, restos de tabaco, trozos de comida resecos, cascaras de pipas, mecheros, chaquetas y sudaderas usadas.
Le costo encontrar un hueco en el sofá pese a que no había nadie sentado en el, la sabana estaba como húmeda, puede que fuera el sudor de alguien que había dormido allí.
Se miraron el uno al otro, ahora parecían de especies distintas, Nikolos era fuerte, rubio, se notaba su carne prieta contra los músculos atlética, rebosaba fuerza y juventud, la frente amplia pero todavía sin arrugas cargaba su mirada de decisión, en cambio Alexandros estaba dejado, fatigado, la mirada cargada de miedo, de duda, tan flácido como estaba su cuerpo estaba su espíritu, abotargado y famélico, cansado de vivir.

  • ¿Alguien os visito esta noche?
  • Si, bueno ya sabes, vinieron unos amigos, y na estuvimos hablando un rato allí, había algo de priva y de fumeteo, no se... lo típico
  • Hum, ya veo que no pierdes tampoco el tiempo
  • Ehm... ya es que estamos un poco ocupados estos días.
  • Ya, ya, lo se; volvió a dedicarle otra ojeada a al habitación y es que la primera no había sido suficiente para observar aque caos de ollas y satenes sin fregar que asomaban de la cocina, ni aque suelo lleno de tierra, o la mesa llena de trastos, casi todo eran restos de portátiles, de consolas, había pantallas, placas bases, restos de una XBOX, una WII abierta. Había macetas de plástico rajadas apiladas en el suelo y restos de lana de roca entre las cosas de la mesa, todo mezclado sin un orden aparente entre colillas de tabaco que se desparramaban de los ceniceros improvisados, latas de cocacola e incluso una lata de atún pequeña que estaba colmada del todo, como si de una obra de ingeniera se tratase habían conseguido colocar las colillas casi formando una torre que sobresalía de la lata sin caerse.
  • ¿Y bueno que tal todo?
  • Pues, nada lo de siempre, cada uno va a lo suyo durante la semana e intentamos juntarnos entre nosotros durante el fin de semana, aunque sea tomando algo en nuestro bar ya sabes, como antes.
  • ¿Aun vais al mismo sitio?
  • Las cosas han cambiado mucho desde que llegamos a Atenas, siento que desde que aquel día te quedaste en la cafetería todo esto ha sido inevitable.
  • ¿A que te refieres?
  • Al día en que estallo todo, en 2008, cuando marche hacia Syntagma, cuando la revuelta.
  • Ya... me dejaste abandonado a a partir de entonces, pero bueno mirame aquí esta esto lleno de ordenadores, tenemos un pequeño negocio aquí, tendremos solo en piezas casi 500 euros aquí solo en esta habitación.
  • Ya veo, ya, ¿que estáis haciendo un poco de todo?
  • Si, trabajamos destrangis para un par de tiendas de informática de por aquí, y también pirateamos las consolas a colegas, amigos de colegas, y bueno quien nos conozca.
  • Menudo taller.
  • Si, si, ahora estos están durmiendo, y no te podrán enseñar todo, pero estamos trabajando con esos Assus de ahí, por un lado, y mientras nos mandan las piezas estamos con un par de Xbox, ya sabes lo típico, las jodidas luces rojas, mirando si se ha recalentado si no, le apretamos la base, le quitamos la silicona si se ha derretido por encima del disipador, le cambiamos los ventiladores a 12v y bueno si no funciona con eso, pues nada..
  • Si, ya veo que tenéis faena.
  • Si, son unos chapuzas, lo hacen a posta, obsolescencia programada , es una movida, una paranoia, pero las empresas se juntan, las de un mismo sector y dicen este producto durara 3 años, y pasados esos tres una pieza se romperá, ellos lo saben, lo programan así, y plas, a los 3 años se rompe, se escacharra, y tienes que comprar uno nuevo, así hacen negocio, compras y compras mierda que dejas en un rincón.
  • Ya veo, y así ellos sacan el dinero.
  • Exacto, nosotros somos lo contrario, conocemos donde meten el detonador y lo desactivamos; sonrió con satisfacción; y bueno es un granito de arena.
  • Y os lleváis dinero ademas, no esta mal, y eso donde lo has visto?
  • Eso en un video de Youtube, muy bueno lo tienes que ver, ya te lo pasare un día de estos., tío, salio que las impresoras que tenia un chip que las inutilizaba cuando se alcanzaba un cierto número de copias. Y no se muchas movidas mas, piezas en coches, en ordenadores, una movida tío.
  • ¿Y eso es verdad?
  • Claro, ademas lo he leído en muchos foros y demás.
  • Ya, pues vaya mierda.
  • Son unos buitres, solo tienes que ver lo que nos están haciendo ahora, los bancos y todos esos adueñándose de todo, si te fijas a todos los países que joden, los que rescatan y tal son los no protestantes, casualidades de la vida, estas cosas las tienen montadas de antemano, la tenían preparada para detonar, como lo de las xbox, pum y deja de funcionar.
  • Oye... dime que estuviste haciendo anteayer...
  • Nada, estaba aquí, haciendo lo de siempre privando y poco más...
  • No me mientas por favor... - dijo agarrandole de un brazo, el gesto de dolor de él era imposible de ocultar.
  • ¿Que coño te pasa?
  • Tu antes no eras así, mirate, estas hecho una puta mierda, estas gordo, ojeroso, ni siquiera te has debido duchar en bastante tiempo, ¿que se supone que estas haciendo?
  • Dejame en paz tío, no le hago mal a nadie
  • Si que se lo haces, a los que te quieren, a tu familia, tío he venido por que quiero hablar muy seriamente contigo, tu sabes por que me fui del piso no es así?
  • Si, por que era un vago, un sucio, una mierda – dijo sin dejar de mirarle con un profundo desprecio -, tienes algo mas que decirme después de aquello Nikolos?
  • Alexandros..., me marche por que me jode... me jode lo que estas haciendo, tu no sabes bien lo que me duele,vas sin rumbo, estas costandole una pasta a tus padres para nada, les engañas, me involucras.
  • Y a ti que te importa, siempre he estado contigo a partir un piñón, me llevaba todas tus broncas, tus ostias, todo, y cuando surge un problema me dejas tirado.
  • Pero es que no es un pequeño problema, es...
  • ¿Que es?
  • Tu no te controlas, empezaste con canutos, y me parece muy bien, y sacaste dinero, no se... esto estaba bien lo tenías bajo control.
  • Si ya, etc etc, que me vienes a dar discursitos ahora Niko? Yo se lo que hago dejame en paz.
  • Tengo miedo, por que hace mucho tiempo que ya no te veo el pelo, no llamas a tus padres, no saben de ti me llamaron, vine aquí, y me dijo tu compañero de piso que estabas en el hospital.
  • Niko..., en serio dejame en paz.
  • Asúmelo gilipollas, eres un puto yonki de mierda que se va a acabar muriendo.
  • Que te jodan, el gilipollas eres tu que viene a mi casa a insultarme – hizo un amago de levantarse, pero sus piernas estaban muy débiles – dejame en paz, cabrón d ellos cojones, me dejaste solo, me abandonaste, sabias que no me estaba yendo bien ese año, que toda la gente con la que me juntaba eran unos raveros acabados, y me dejaste ahí tirado.
  • No te deje ahi tirado, tu nos has dejado tirado a todos, incluso ha ti, has tirado todo a la basura, podrías haber terminado informática.
  • ¿Y de que va a servir? Sal a la calle apenas hay una mierda
  • Pues para estar aquí muriendote del asco podrías ayudarnos, somos cada día mas fuertes, y la gente nos apoya, nos da lugares donde trabajar para ayudarles y nos presta material, estas acabado tío por lo menos ayudanos.
  • Dejame en paz.
  • Tío, los chicos están sacando un programa de reahabilitación en una de las casas Okupas, me ocupare de ti a partir de ahora, deja de fingir, tu compañero de piso te quiere largar, no finjas que estas haciendo nada por que lo se... tío dejame que te eche una mano, no seas orgulloso... no conmigo.
  • Nikolos... me quiero morir, me inyecte un chute de la ostia para ver si memoria de una puta vez, no quiero volver a la calle, estos tíos se pensaban que era la ostia con los ordenadores y me sacaron del pozo, y ahora se han dado cuenta de que soy una puta mierda gorda e inútil, no quiero volver a la calle Niko, tengo mucho miedo, tengo mucho miedo – lloraba como una magdalena, era un espectáculo patético para Nikolos que se esforzaba en no mirar aquello.

miércoles, 6 de junio de 2012

Capitulo II


Capitulo II

“si salimos del euro, habría que defender los bancos con tanques"
Theodoros Pangalos, segundo del gobierno de Yorgos Papandreu

En 2009 y en mitad de una crisis mundial el ejecutivo del recién entrado gobierno socialista del PASOK de Yorgos Papandreu hizo unas revelaciones que dejaron atónito al mundo, su país había mentido, de hecho llevaba 8 años mintiendo.

El gobierno de Karamanlis había maquillado las cuentas, el partido conservador aseguraba que el déficit griego era de un 3,7%. Posteriormente el gobierno de Papandreu demostró que el déficit real era de un 12,7%, una cifra alarmante.
Dicha falsificación fue conseguida mediante el uso de derivados complejos, emitiendo la deuda en otras divisas diferentes al euro (como el yen). Como los países pertenecientes al euro no tienen obligación de reportar a Bruselas dichos derivados, nunca nadie pudo saber las cifras reales. Goldman Sachs estuvo involucrado en dicha falsificación y ayudó a esconder el déficit de las cuentas griegas. Concretamente Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo, era vicepresidente para Europa de Goldman Sachs, con cargo operativo, durante el período en que se practicó la ocultación del déficit.

Los griegos en sus hogares con la televisión puesta asistían compungidos a los hechos, muchas familias como la de Sigrid pasaron aquella noche dándole vueltas al nuevo orden de las cosas, a lo que esto significaba, la palabra recortes y reformas adquiría fuerza.
Sigrid Antoniadis y su hermano Ioannis estaban aquella noche en casa de su familia, en Patras, al día siguiente tomaban el autobús a Atenas, Sigrid era el mayor de los dos un muchacho alto y fuerte, con la piel de un color ligeramente aceitunado, unos ojos pequeños y tranquilos, todo en el de hecho era tranquilo, era una persona que emitía confianza.

El pequeño Ionnis siempre había sido calificado frente a su atlético y calmoso hermanos como un torbellino sin control, incapaz de desahogar sus energías en algo como el deporte o hacer tareas, era inquieto, de piel mas pálida de ojos penetrantes e inteligentes.
Mientras que su hermano estudiaba ciencias del deporte Ioannis estaba matriculado en la facultad de Biología también en Atenas, se llevaban apenas un año pero Sigrid era el gran protector de aquel terremoto que era su hermano, metiéndose en problemas y siendo incapaz de salir con ellos.
Demasiado bocazas, demasiado vivaz, demasiado atrevido, tenia el espíritu entusiasta de un científico, siempre desafiando los conocimientos adquiridos guiado por la lógica y la razón.

Aunque con el tiempo Sigrid acabo por convertirse en la mano derecha de Andreas fue el Ionannis el que le conoció cuando traído por su novia que estudiaba en la misma facultad que Andreas acudió a uno de los coloquios que organizo Andreas en la facultad.

  • El día que descubramos los mecanismos de la memoria nos habrán derrotado como pueblo
  • Es gracioso que digas eso, estamos cerca de lograrlo, ya sabemos por ejemplo que el elemento de respuesta a AMPc el Cre, proteína que activada por fosforilación induce la transcripción de unos genes, y favorece unos genes y otros en función de las señales que llegan a la neurona, vaya que si unas señales se repiten el cuerpo aprende por desarrollo de estructuras.
  • Creo que no he entendido nada, pero la posibilidad de que en un laboratorio esten trabajando con eso me aterra.
  • Bueno es ley de vida, la ciencia tiene que descubrirlo todo.
  • Y dejarnos expuestos, vulnerables, sin protección, eso no es ético.
  • No tiene por que ser mala la ciencia.
  • No lo tiene, pero todos sabemos que en este mundo hay poderosas fortunas interesadas en su beneficio, no podemos ir como cándidos borregos generando unas armas que luego no cos cuidamos en proteger.
  • ¿Te refieres a lo que paso con Einstein y la bomba atómica y esas cosas?
  • Me refiero a lo que quieras, clonación, transgénicos, todo.
  • Yo quizás soy muy optimista pero creo que todo tiende a equilibrarse y la ciencia ha ayudado a eso mas que perjudicado.
Estuvieron así discutiendo un rato mas ellos dos solos cuando los demás ya habían abandonado el acto, y podían estar horas.
Lo cierto es que Andreas había pasado tanto tiempo por aquel entonces discutiendo con viejos conservadores temerosos de cualquier cambio y fascistas irredentos que aquel joven de intelecto vivaz suponía un desafío.
Mas adelante aparecería Sigrid acompañando a Ionnis a un de esas tertulias de cafetería que tanto entusiasmaba al circulo de Andreas, a diferencia de su hermano solía ser mas coincidente con la opinión de Andreas y acabaron por convertirse en amigos inseparables.
Y así empezó todo, lo que paso durante 2008 había terminado de sentar las bases de algo muy fuerte entre Andreas, Ionannis y Sigrid.

Las angustiosas noticias que provenían de la televisión terminaron por estallar en una trifulca familiar, los hermanos Antoniadis cada uno a su manera despotricaban de Papandreu mientras que sus padres y su tío defendían los logros del héroe local de Patras, y es que la ciudad es el feudo familiar de la dinastía Papandreu que llevaban gobernando Grecia alternándose con los conservadores Karamanlis desde el final de la dictadura de los coroneles.

Omonia a esas horas era un hervidero de gente aquí allá, por Psirris a esas horas empezaban a desfilar las prostitutas casi todas nigerianas embutidas como podían en tops rosas chillones saltando de un lado a la calle, por otro lado en dirección a Syntagma bajabn riadas de turistas que se acercaban al parlamento, y por los margenes de Omonia corrían muchachos asustados, es posible que vieniesen desde Syntagma corriendo.
Es una de las zonas que mas acojonan a los turistas, de vez en cuando encuentran la mierda que ellos barren a sus guetos, prostitutas drogadictos, pero créanme todo esto, y mas esta en sus pulcras aceras de Berlín, París o Madrid, solo que el político de turno los ha apartado a un barrio de mala muerte o los ha encerrado tras las paredes de un gueto.

Cuando veo esto sonrió, por que las ciudades del sur son así, como Nápoles, la mierda por todos lados, tenemos suficiente como para no preocuparnos escondiéndola tras los muros.
Ella estaba ya allí cuando llegue, sus ojos verdes como un océano profundo salpicado de una pradera de algas de un color verde penetrante, sus labios perfilados, su pelo negro, su piel pálida pero ligeramente tostada, sus piernas. Una camiseta negra sin mangas, unos pantalones anchos thai de color morada cubriendo aquel cuerpo que recordaba a la perfección.

Estaba fumándose un cigarro, no era el primero, seguramente llevaba ya varios, no recordaba que fumase, pero tampoco la recordaba.. tan .. tan así no se... estaba mas voluptuosa y ya no vestía pantalones vaqueros, no se tampoco es que hubiese sido nunca una estirada, pero no esperaba encontrármela así en Omonia descalza con un cigarro entre los labios.

Tenía que ser ella quien me había mandado aquel mensaje, tenía que ser ella.
Salgo de la boca del metro, miro a un lado y a otro de la calle pero es ella quien me encuentra..Me miro, clavo sus ojos en los míos, la mirada era de alegría, y a la vez de preocupación como si casi no desease que finalmente estuviese aquí.

  • Andreas, por fin has tardado mucho, pensaba que me iba a morir esperando, ¿que demonios hacías? - dijo arrojando el cigarrillo a la calzada.
  • Bueno... va a sonar un poco estúpido pero no sabía muy bien como venir desde mi casa.
  • ¿Desde tu casa? - pregunto perpleja
  • Claro, osea, si, ¿por que no?
  • ¿Vienes de Halandri?
  • Eh... no, vengo de... de Galatsi, de..
  • Andreas... te paso algo? Te noto muy raro, muy no se... no estas bien verdad? ¿Te han hecho algo? - pregunta preocupada dando una vuelta en torno mio con ese andar de pizpireta y saltimbanqui que siempre tuvo, y que retiene incluso cuando esta arrasada pro al preocupación.
  • No, claro que no
  • Andreas, tu nunca has vivido en Galatsi, tu vives en Halandri, ¿me estas tomando el pelo? - pasa a cabrearse y me mira con toda la aspereza que esos ojos le permiten.
  • Eh... no osea, vale no se que esta pasando, y me duele todo el cuerpo, estoy hecho una mierda, y creo que me esta pasando algo, algo jodido en la cabeza.
  • Andreas, hoy ha sido un día muy duro para todos, creo que ha sido el peor día de mi vida, pero estas bien, aunque no consigo localizar a nadie.
  • Heleia, explicame que ha pasado exactamente, por que te juro que estoy en blanco.
  • Oh bien al señor se le ha olvidado la perrería de llamarme L, pues que no vas a saber tu, después de que pillaran a Nikolos en pleno Harandris con los paquetes entraron en tu casa reventando la puerta y llevándose a Nikolos, debes estar contento por que mis padres y toda Grecia han visto tu casa por dentro, uy perdón tu casa no... el piso franco.
  • ¿Piso franco?
  • Si ya sabes esa obsesión por los términos que tiene el puto ministerio de protección a su puta madre (se refiere al ministerio de protección al ciudadano encargado de la lucha antiterroirista)
  • En fin... y por que me has dicho que viniese aquí? - ahora si que estaba totalmente confuso y desorientado -, ¿que es lo que sucede?
  • Ah, eso es culpa de Evangelos, me ha llamado super preocupado diciendo que no conseguía localizarte, ni a ti ni a nadie, que te llamase, que moviese cielo y tierra, que si te habías escondido en Galatsi salieses de ahí de inmediato, que la policía te buscaba.
  • Joder, vale, comprendo – en realidad no comprendo una puta mierda -, entonces donde vamos? A tu casa?
  • No te meto en mi casa ni muerta, ¿estas loco? Yo no tengo nada que ver con tus líos Andreas, bastante es que este aquí ayudándote – se puso echa una furia, aunque en realidad era entendible – lo que vamos a hacer es irnos a Exarjia y ver si te podemos esconder en el Ateneo.
  • Vale de acuerdo – al menos conozco bien Exarjia, como la palma de mi mano he pasado horas y horas rondando por allí, de hecho mi piso esta, o estaba allí.
  • Oye... ¿estas bien? ¿Te han pegado?
  • No, claro que no, estoy perfectamente, estoy... nos e cansado.
  • Tengo los nervios destrozados
  • Tranquilizate
  • Joder... Andreas... Joder
  • Venga vamos ya.
  • Pues si, vamos ya, como te vea un puto madero y nos pillen te mato, te juro que si me empapelan por tu culpa te abro las tripas Andreas, te las abro.
  • Tranquilizate, vamos a salir de esta, no te vas a ver implicada, yo voy a estar aquí para evitarlo.
  • Joder Andreas, siempre igual, por esto por esto es por lo que no te aguanto, por esa frialdad, y que estés tan tranquilo, que me estés hablando tu de protegerme a mi cuando estas en el mayor marrón de tu vida.
  • Heleia, confiá en mi – realmente no se por que dije eso, es lo que siempre digo, y en lo que firmemente creo, solo puedes confiar en arreglarlo tu, o en intentar hacerlo, y si fracasas... bueno lo has intentado, pero es de locos hablar de confiar cuando no tengo ni idea de que esta pasando, cuando estoy aterrado por que no entiendo nada.
Es casi la 1 de la madrugada en Atenas, la noche cae y la ciudad se vuelve diferente, muy diferente, he tenido muchos amigos extranjeros que me han dicho que Atenas a esas horas es como si viviese una redada continua, eso es por que nunca han visto una redada en Grecia, pero ahora siendo serios mi presente y mi futuro se vislumbra cada vez mas complicado y aunque lo intento lo único en lo que pienso es el lo preciosa que esta Heleia.

Capitulo I

Capitulo I

Populus vult decipi, ergo decipiatur

La gente quiere ser engañada, por tanto la engañamos

Cerca del campus de Zografou en Atenas en una concurrida cafetería de estudiantes entre todo el bullicio habitual despuntaba una discusión encendida, el camarero y dueño del bar les mira sonriendo, los de aquellas mesas no son desde luego lo que alguien llamaría unos buenos clientes, se pasan el día intentando meter bebida en el bar para no consumir y algunos van con la caradura escaqueándose de pagar, pero están aquí todos los días, y algunos de ellos pasan aquí mas tiempo que en la universidad y nunca han llegado a dar motivos como para que les echen, el dueño del bar sabe lo difícil que es ahora todo, sonríe muchas veces y hace la vista gorda, de los bolsillos vacíos no se puede exprimir nada.

Habían juntado un par de mesas y entre quintos de cerveza unas veinte personas hablaban a viva voz, el tema desde hace ya un par de semanas es el mismo, en 2008 el mundo se vio agitado con la caída de Grecia en una inestabilidad política general, y como culminación a esa situación 6 de diciembre de 2008 se produce la muerte por el disparo de un policía de un adolescente de 15 años llamado Alexandros, la chispa que prendió una mecha a una carga explosiva que haría saltar por los aires la paz social.

El país en aquel momento comenzaba el largo camino de represión, intervención y volubilidad económica, un descenso al que los griegos no era la primera vez asistían, la rabia inunda las calles abrumados por la ira que genera el injustificado crimen, aquel asesinato a sangra fría, según testigos presenciales, en unas circunstancias todavía, ni probablemente nunca, esclarecidas, este es el pecado mortal del régimen al que que los colectivos anarquistas en efervescencia por la situación quieren responder con contundencia.
Grecia es en estos días un país que empieza a despertar de un sueño idílico para aterrizar de súbito en la pesadilla de la realidad.

La crisis económica esta tumbando las economías europeas y los especuladores tienen en estos días expectativas sobre el futuro de Grecia de aquí a tres años.

Los jóvenes se enzarzan en la ajetreada cafetería a discutir sobre que hacer, como contestar, todos están de acuerdo en que esto es una monstruosidad sin limites que debe ser castigada, demostrar que a los ciudadanos les importa la vida de uno de los suyos. Llevan dos días saliendo a la calle y el ambiente se caldea cada día que pasa, desde el primer día se han aglutinado mas de 20 mil personas, y se ha generalizado lo que empiezan a llamar una verdadera revuelta.
Pero el problema es siempre:
Hasta donde llegar? En que punto parar? Las manifestaciones pacificas, las sentadas, la repulsa a la violencia hace tiempo para todos quedaron a tras y en este estado de las cosas en las que la policía acaba con al vida de un compañero el juego de las flores y los abrazos parece quedar olvidado.


  • Queda una hora - dice uno en alto -, a este paso no llegamos, ¿queréis dejar de discutir?, lo importante es que estemos allí, y una vez allí ya veremos lo que hacemos.
  • No, no es así como se hacen las cosas, así es comos e han hecho siempre y siempre han fracasado hay que cambiar hay que comprometerse- se alza una voz con calma pero con potencia desde el fondo de la mesa.
  • Pero es que, así nos vamos a enmarronar todos
  • Joder, pero tenemos a un compañero muerto ahí, sabes que había hecho? Nada ¡ estaba discutiendo con los maderos y le dispararon, y ni siquiera quieren juzgarles, dicen que dispararon al suelo, la bala reboto e impacto en el, matándole en el acto, tenemos que subir el tono esta tarde, tenemos que subir el tono muchísimo, y dar un contragolpe muy fuerte
  • Yo estoy contigo, yo donde vayas, ya no importa nada han matado a uno de los nuestros.
  • ¿Quien le hecha cojones? - levanta la voz un muchacho alto y fuerte - ¿quien? - se levantan unos cuantos mas – los que se caguen en los pantalones que se queden aquí.
  • Yo paso tío, yo voy a mi bola, no quiero volver amoratado y jodido, esto no va a cambiar nada.
  • Tio, ¿tu has visto las noticias? Karamanlis no ha dejado dimitir al ministro de interior y dicen que esto nunca había pasado - dijo una voz tímida desde el fondo.
  • Yo no creo que esto consista en ver quien le echa mas huevos y quien quema mas cosas
  • No, para nada... esto consiste en luchar, en no ceder y yo voy a empezar tomarme las cosas en serio – concluye con tranquilidad aquella voz demoledora que provenía del extremo de la mesa, se levanta, a su lado esta el muchacho alto y fuerte y el pequeño nervioso – y ahora que se venga quien quiera con nosotros, que ya sabe a que vamos, tenemos que comprometernos.


Siempre el mismo debate, hasta donde llegar con la violencia, ninguno de los presentes había hecho nada mas allá de arrojar piedras a la policía, estar en manifestaciones, ocupar algún edificio publico, romper algún escaparate como mucho, estaban todos limpios, pero esta tarde y esta noche cambiarían un poco sus vidas.
Mas de 130 comercios ardieron en Atenas aquel día, la ciudad bullía de odio y aquel grupete heterogéneo se implico en aquellos ataques,
La vida había empezado a cambiar para practicante todos los casi 12 millones de ciudadanos que habitan Grecia.

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La música seguía sonando, se había mezclado con mis sueños, y aquellas imágenes extrañas y distorsionadas que poblaban mi mente en la vigilia ahora cobraban cierto sentido para mi al ser consciente que procedían de una mezcolanza de las paranoias de mi mente y la música.
Todo me daba vueltas, y tenía la sensación de estar alucinando, como si todo estuviera sucediendo a miles de kilómetros de mi, como si le ocurriese a otro, la tenue luz del piloto luminoso del aparato de música era lo único que iluminaba la habitación, pero estaba muy lejos y aquella lejana luz roja sobre lo que debía ser una mesa era totalmente insuficiente, apenas permitía saber con seguridad como era el aparato de música, por tanto yo ni siquiera alcanzaba a ver donde estaba tumbado

Un calor sofocante, en una habitación cargada de olores, en la que el aire pesaba y era difícil de respirar, fragancias de Marihuana, un ligero toque de comida en descomposición, vomito y otros flujos humanos terminaban la composición de aquella mezcla.
Me intente incorporar pero fue demasiado apresurado, la sensación al recostarme era como si cayese en picado una sensación de mareo y angustia así como unas punzadas penetrantes en los costados del cráneo. Cerré los ojos y me volví a quedar dormido.

Volví a abrir los ojos, esta vez el dolor de cabeza era mucho peor, pero al menos ya no había música intentando penetrar en mi cerebro para torturarlo, el piloto rojo estaba apagado, quizás se hubiese apagado solo el aparato de música o quizás entro alguien vino y apago la música al verme debatirme con aquella jaqueca.
Esta vez intento incorporarme con cuidado, me remezco en la cama lentamente, me duele el costado muchísimo, no estoy seguro sobre si debiera levantarme, pero me angustia tanto no saber donde estoy, no reconozco la habitación ni estoy seguro de que hago aquí.
Siento punzadas en el costado, me empiezo a sentir mareado, me empiezo a preguntar acerca de ese olor agrio, de ese ligero tufo repugnante a vomito, quizás sea mio, ahora mismo las nauseas me están matando.

Pasados unos agónicos minutos consigo recomponerme y decido levantarme, me recuesto en lo que creo es la cama en la que llevo no se cuanto tiempo tumbado y miro a mi alrededor que permanece en la mas completa oscuridad.
Busco con la mano algún interruptor, algo me guiá, no se lo que es, pero me guía hacia el interruptor que esta casi al lado de mi cabeza unos centímetros por encima de la almohada, enciendo la luz, y eso es lo peor que hecho en muchos años, al encender la luz un foco enorme se enciende, se llena todo de una luz blanca potente y mi cabeza empieza a dar vueltas, cierro los ojos pero sigo viendo docenas de luces moviéndose a toda velocidad, como diminutas luciérnagas que estuvieran a punto de hervir y estallar en otras luciérnagas de luz mas pequeñitas, había parpadeos de colores anaranjados y rojos, y colores grises y blancos, en escala, como si fueran las murallas de un castillo, lineas concéntricas, muchas luces...

No se... aquí tengo una pequeña laguna, se que estoy sentado en una silla, el aparato de música esta en la mesa, lo he abierto, en mis manos tengo el cede, es una recopilación, casi todo punk y algunos grupos que no conocía pero que a juzgar por los nombres, también deben serlo. Miro la habitación soy consciente de que he llegado hasta la silla, he abierto la minicadena y sin embargo es como si fuese la primera vez que veo la habitación iluminada, es un cuarto pequeño, al fondo se encuentra la cama donde me encontraba tumbado debajo de la ventana, en el lateral una mesa con la minicadena y montones de hojas, en el centro no hay nada, pero hay marcas en el suelo como si hubiesen colocado un armario o algo, y en el techo un foco de metal con la bombilla de 600 w y el balastro colgando, en las paredes carteles de manifestaciones y de conciertos punk.

Esta todo tirado por el suelo, camisetas, pantalones, el armario tiene dos pirámides de ropa, no se a ciencia cierta si una es ropa limpia y la otra sucia, en realidad parece algo peor, una pila de ropa sucia y otra mas sucia. Cerca de la ropa, en una esquina una mancha pequeña de vomito corroe las baldosas con tranquila lentitud.

Me quedo bloqueado, no se que quería hacer, entonces me levanto y noto las punzadas, me quito la sudadera bajando con cuidado la cremallera por que me empieza a doler todo, tengo la camiseta llena de sangre seca, es una camiseta gris llena de agujeros, no encuentro la herida, no estoy seguro de que sea mi sangre, no estoy seguro de nada ahora mismo.
Me duele mucho el costado, soplo con fuerza para alejar el dolor, tengo marcas, esta a punto de ponerse morado.

Comienza a vibrar algo, y a los segundos una sintoniza, están llamando a un móvil, esta entre la ropa sucia, voy corriendo hacia la ropa y me detengo en seco del dolor, me recupero y continuo hacia el montón de ropa, escarbo entre camisas, y pantalones y el teléfono deja de sonar entre mis manos.

  • Mierda, ¿quien coño era? - lo digo en alto sin pensar en si hay alguien fuera en las otras habitaciones.
Solo era un número de teléfono, sin nombre, nada, tampoco era muy extraño, por que como pude ver, en la agenda del móvil solo había tres teléfonos, uno de ellos el del servicio técnico de vodafone, un gabinete de abogados, y el otro... el otro podría ser también un gabinete de abogados o un medico.
No hay nada en el móvil, esta limpio por completo, no hay mensajes, no hay nada, y en las fotos solo fotos de un barco, de unas chicas en el barco, y poco mas.
Es un móvil viejo, sin conexión a Internet, bluethoth, nada, solamente llamadas, nada de wifi, nada de teclados táctiles, un viejo tocho descolorido y lleno de raspazos.
Me siento en el suelo, tengo que pensar en que hacer, no se donde estoy, ni que hago aquí.
Entonces el móvil que había dejado de nuevo sobre la ahora truncada pirámide de ropa empieza a vibrar, un mensaje.

“Sal d ak, t stn bskand, ns bms n Omonia, tnms k ir a Exarjia”

Al leerlo me asuste muchísimo, solo juzgar la situación, tengo sangre que no es miá en la camisa por que tras un exhaustivo examen no tengo ninguna herida por ninguna parte, eso si moratones y cardenales llevo por todo el cuerpo, ademas que estoy todavía muy confundido no logro encajar todavía como he llegado a esta situación, así que si, me vi sacudido por una impresión muy fuerte y me levante rápidamente, cojí la ropa que había en la pila menos sucia y me cambie toda la ropa, estaba empezando a emparanoiarme, se me acumulaban las ideas, pensé que si me buscaban mejor ir vestido de otra manera, pero claro la camisa allí manchada de sangre, de todas maneras es mi casa así que no pasa nada por que la deje aquí.
Me puse una camiseta con negra con la cara de la reina Isabel segunda y el logotipo de los “sex pistols”, pille unos pantalones cortos negros anchísimos que me daban la apariencia de un rapero o de un tísico.
Empece a correr pese al dolor de una dirección a otra de la habitación buscando algo que pudiese servirme, no encontré nada, ni dinero ni llaves, ni documentación.
Tampoco estaba mi documentación en los pantalones, no estaba, es probable que estuviese fuera, en otra habitación, pero no me atreva a salir, no sabía con que podía encontrarme al abrir la puerta de aquella habitación.
Pero tenía que hacerlo, tenía que irme, así que hice de tripas corazón y abri la puerta, daba a un largo pasillo hecho un desastre, tres bicicletas viejas apoyadas a lo largo del pasillo, cajas, lienzos, cuadros a medio pintar, botes de fijador, sprays de pintura, latas de cerveza, botellas de ron, discos de música por el suelo.
El salón estaba incluso peor, los sofás estaban destrozados, llenos de chinazos, había comida, habían libros mezclados con cómics, había mucha parafernalia comunista, e historias.
Rebusque en busca de mi documentación, pero me di cuenta de que... si no estaba a la vista sería imposible descubrir nada entre aquel caos mezcla de dejadez extrema y lo que podría catalogarse como síndrome de diogenes incipiente, había pilas de periódicos de medio metro de altura, y revistas.
Todo lo que veía me resultaba vagamente familiar, y a la vez extraño y nuevo, como si estuviera aquí por primera vez tras décadas, me di cuenta de que también estaba hambriento, necesitaba llevarme algo a la boca y entender algo de lo que pasaba.

En la cocina no había nada, parecía como si sobreviviesen a base de pizzas, único resto que se podía encontrar allí.
Encontré en uno de los estantes un par de rebanadas de pan de molde y me las lleve a la boca, mientras tanto fui a mi habitación y me puse a mirar si había dejado algo escrito, algún tipo de instrucción
Busque entre los papeles que se acumulaban aquí y allá, y debajo de unos cuadernos con las hojas arrancadas encontré esto:



“Tomo responsabilidad política por mi participación en la organización revolucionaria Diciembre de fuego
Me declaro orgulloso de mi decisión libre y voluntaria de formar parte de la lucha armada contra el dominio en las calles y en las mentes.
Andreas P.”

Me quede desencajado, busque un bolígrafo, al final no lo encontré así que tome un rotulador, y escribí en la misma hoja para comprobarlo, era la misma caligrafía, las mismas letras, pero no recordaba haber escrito eso.
Todo esto no puede ser real, esto tenía que ser una broma.



Populus vult decipi, ergo decipiatur