El dengue no es un juego de niños, no es un catarro o una gripe. Después de un período de incubación entre 5 a 8 días, aparece un cuadro viral caracterizado por fiebre intensa, acompañada de cefalea y de un potente dolor en las articulaciones y músculos, como si alguien estuviese golpeando con un martillo en el hueso, de ahí aque al dengue se la halla llamado la “fiebre rompehuesos”.
Otros síntomas son las erupciones dolorosas en la piel, dolor abdominal y gastritis, problemas renales y hepáticos, inflamación en el bazo, estreñimiento, nauseas, vómitos, y a menudo sangrado, en encías y de nariz. La cifra de muertes por Dengue es mayor que el resto de fiebres hemorrágicas juntas, incluidas las de los virus Ebola y Marbug.
Y la enfermedad parecia no remitir, el numero de casos crecía ante el éxodo rural y la concentración de la población mejicana en barriadas donde las condiciones de vida son infrahumanas como la barriada de Pobres Unidos. Esto puso a las autaridades mejicanas ante un enorme problema, que no sabían como controlar, que se les escapaba de las manos y estaban dispuestos a tomar toda clase de medidas.
Esto llevo a las autoridades mejicanas a aceptar la desinteresada ayuda de la empresa Oxitec que deseaba experimentar con el mosquito transmisor del dengue el mosquito de la fiebre amarilla, el Aedes aegypti.
Oxitec creo en laboratorio una variedad de mosquito transgénica que contenía un gen que provocaba la muerte de todas las hembras al poco de salir del estado de larva, el gen se activa en ellas y cuando salen de pupa sus músculos de vuelo están degenerados y no pueden volar, de modo que ya no pueden picar ni alimentarse.
Los machos por el contrario pueden llevar una vida normal de modo que continuaran compitiendo con los machos naturales extendiendo el gen en la población de mosquitos autóctono.
Oxitec mando allí responsables que no tenían problema en hablar con las autoridades nacionales y locales, incluso organizaban charlas con los campesinos y mantuvieron una relación amistosa con el líder de los granjeros de la zona, Martiniano Barros Matute.
El experimento parecía ser un éxito, con una reducción de la población de mosquitos del 80% y sin causar graves daños a las cadenas tróficas de la zona dado que los mosquitos no constituyen parte importante de ninguna de ellas.
Todo parecía aparentemente limpio, maravilloso, un ejemplo magnifico de colaboración entre la tecnología mas puntera y un país con zonas en vías de desarrollo.
Pero Oxitec conmociono al mundo cuando a raíz de las declaraciones del genetista Luke Alphey, perteneciente a Oxitec, revelo como la compañía había liberado tres millones de mosquitos machos modificados en la isla Gran Caimán, situada entre Cuba y Honduras y un territorio de Ultramar administrado por el Reino Unido.
El proyecto se había desarrollado de manera hermética y secreta, sin contar con el conocimiento de los lugareños y de las autoridades locales, únicamente era conocido por las autoridades Británicas de allí en la metrópolis.
Mi duda después de conocer estos hechos es la siguiente:
Escenario Imaginario
Una isla cercana a Bali habitada por pescadores, algunos grupos de campesinos y en donde se subsiste con muy poco, una isla que no ha sido tan afortunada como Bali en acoger el turismo internacional, en aprte por el sin numero de pantanos que la recorren y por estar mas densamente poblada por gente sin recursos, una isla como podría ser Pulau saubi.
Imaginemos que como en otros lugares del mundo, solo con consentimiento del jefe de gobierno y algunas autoridades mas que desconocen casi por completo las actividades que se realizan alli se ha instalado una instalación de investigación con organismos transgénicos, también con idea de combatir el dengue.
Podrían haberse creado unos mosquitos como el ya citado cuyas larvas no pueden sobrevivir cuando alcanzan el estado de mosquito, podría tratarse de eso, de un experimento sencillo y limpio, o podrían intentar controlar mas.
El estudio con vectores de transmisión de enfermedades nos abre muchas posibilidades, pro que no podemos controlar como se contagia y dispersa una enfermedad, no podemos hacer que únicamente infecte a unos y no ha otros, es imposible, los virus mutan y se replican demasiado rapido, alterar su información génica serviria de poco, en solo unas generaciones apareceria una cepa descontrolada que infecta a unos y a otros, tantoa los grupos que deseabamos infectar como a los que deseabamos proteger.
En cambio una especie como los mosquitos del dengue, una especie cuyos ciclos de vida son mas lentos, de un año, es una opción mas interesante. Imaginemos que podemos controlar que únicamente pique nuestra variedad a un determinado sector de la población, por ejemplo adultos de origen indonesio, la diana podría ser el sudor, los glóbulos rojos, el color de piel, el olor, etc, hacer que el mosquito se sienta atraído por alguna característica en particular, y que solo picase a un determinado sector de la población de la zona.
Y entonces, ya lo tenemos, tenemos un virus perfecto, letal y a al vez inocuo, que se puede introducir tranquilamente en regiones devastadas por el dengue o la malaria, países pobres en vías de desarrollo como los que les gusta atacar a los EEUU y a la OTAN.
Imaginemos que nuestros mosquitos han descendido en sus poblaciones y que han dejado de picar a las mujeres y los niños, imaginemos el éxito y el reconocimiento que obtendría el laboratorio, que lejos de haber cumplido caritativamente a salvar la gente de una zona en vías de desarrollo lo que ha conseguido es crear una epidemia perfecta lista para estallar donde y como ellos deseen.
Podemos modificar tanto al vector como queramos, esperanza de vida, éxito, objetivos que atacara, modificar sus ciclos de vida, aumentar su tasa de actividad en determinadas fechas, etc.
¿Podría esto suceder?
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